Hoy en día es una práctica habitual la instalación de cámaras de vigilancia en los negocios de casi cualquier país del mundo. Es fácil entender cuales son las
razones principales para implementar tales sistemas de videovigilancia en nuestra actual sociedad.
Es decir, a nadie extrañará que los motivos puedan nacer de la desconfianza ante los empleados y ante los terceros que acceden a las instalaciones de la empresa. Bajo tales presupuestos el trabajador puede quedar bajo sospecha constante pero, además, se pone de manifiesto la falta de un liderazgo fuerte en la compañía. Es decir, se asume que
la instalación de cámaras de vigilancia “obligará” al adecuado desempeño de las funciones laborales.
De esta manera, un sistema de videovigilancia
permite el control de horarios de entrada y salida así como el monitoreo del desempeño de obligaciones de los empleados.
Pero, ¿es lícito grabar a los trabajadores sin su consentimiento?.
En España varias sentencias de los Tribunales avalan la instalación de tales dispositivos sin el explícito consentimiento de los trabajadores. Esto es así siempre que la finalidad sea “controlar el cumplimiento de contrato” y que el derecho de información que tiene cualquier empleado se supla con la colocación de distintivos informativos de la existencia de tales cámaras.
Asumiendo lo anterior hemos creído interesante preguntar a expertos en seguridad sobre las bondades de la instalación de cámaras en empresas y áreas de trabajo. Todos los entrevistados coincidieron en dos ventajas principales.
En primer lugar, en el hecho de intentar
disuadir cualquier robo y, llegado el caso, esclarecerlo con las imágenes grabadas. En segundo lugar, para
asegurar que los trabajadores cumplen los requisitos de producción. Estos dos beneficios son coincidentes con el imaginario típico de la mayoría de las personas respecto a las cámaras de videovigilancia, expertas o no.
Sin embargo, llama la atención que mencionaran, además, otra ventaja menos evidente. En particular, la relacionada con la seguridad laboral en la empresa. Nos contaron experiencias concretas que han servido para diseñar normas, prohibiciones y técnicas laborales que mejoran la seguridad de los empleados y de los insumos.
De esta manera nos comentan que
se evitan errores humanos que conllevan en algunos casos pérdidas materiales importantes y también daños personales. Para ilustrar los casos en que las grabaciones de seguridad de
las cámaras pueden contribuir a mejorar la seguridad en la empresa hemos recopilado algunos vídeos.
El primer vídeo recoge un a
ccidente habitual en el exterior de almacenes y naves comerciales. Se trata de percances producidos al mezclar malas praxis de empleados con mercancía, una traspaleta y un camión.